septiembre 19, 2024

Este año 2024 es de elecciones, y por medio de este relato comparto mi breve experiencia al querer participar en este proceso, donde mi foco fue ser concejal.

Imagen de la portada: Un saludo entre el fundador y rostro del partido político Amarillos por Chile, Cristián Warnken con Ximena Rincon, presidenta del partido Demócratas.

Empiezo conversando mi iniciativa entre mis cercanos, amigos y familia, luego entre las calles y la feria del pueblo, juntando firmas para presentarme como independiente a concejal por la comuna de Hualqui, con una visión clara y seguro de cual sería mi aporte a la comuna, dada la experiencia de vida que tengo en el mundo privado, e integrando el consejo de la sociedad civil.

En el ejercicio de juntar firmas conseguí rescatar un promedio de: Cada cinco personas con las que conversaba, y le pedía su firma de patrocinio, dos me recomendaban buscar apoyo en un partido político.

Para ser este mi primer intento de querer aportar a la comuna desde la oficialidad, de forma independiente, fue contundente la realimentación de la comunidad, reflexionando:

“A pesar de lo que se valora la independencia, la influencia de los partidos políticos aplasta a la independencia, tanto en el consciente colectivo, como en los mecanismos de listas usados en las elecciones”.

Fue en esta dinámica cuando me empezaron a llamar de partidos políticos, ofreciendo un cupo en una lista, o en un pacto, invitando a tomar un café, o una cerveza, explicándome que postulando de forma independiente estaba “cagado”. Además confirmé otra realidad del proceso de juntar firmas en la comunidad, la actitud del mínimo esfuerzo, y la desconfianza.

También agradezco y valoro a vecinas y vecinos que me patrocinaron con su firma, y a quienes derechamente me explicaron por que no.

Con los plazos próximos a terminar para presentar mi postulación en el servel, con el entusiasmo de lo que vendría después, y de cómo aportar desde la oficialidad, con días suficientes para evaluar el patrocinio de un partido político, pero con dudas, apareció Amarillos por Chile, con un relato que me enganchó y acepte el patrocinio en un pacto como independiente. Hasta el último minuto estaba todo listo, y “sobre ruedas”: Documentación aprobada en el servel, por supervisor regional del partido, inscrito en el pacto entre Amarillos y Democratas, sólo faltaba el visto bueno de Santiago.

En un principio todo bien: Buen soporte ágil, personalizado y oportuno, además un grupo de wathsapp del partido Amarillos en BioBio, pero todo se empezó a desfigurar una vez que se terminaron los plazos de inscripciones de candidaturas en el servel. Aparecieron listas no oficiales, algunos ya intuían algo raro entre el pacto de Amarillos y Demócratas, empezaron avisar de Santiago rechazos injustificados, administradores del grupo de wathsapp que lo abandonaban, a pedir explicaciones de un lado, silencios de otro, a bajar candidaturas a gobernador, y de concejales, todo se diluía, luego renuncias al partido del presidente y del secretario de la mesa directiva de Amarillos en la Región del Biobío.

En resumen: Varios postulantes independientes a concejal en Arauco, Lota, Hualqui, fuimos insumo para una cocina en Santiago entre Amarillos y Demócratas. Postulantes seducidos y luego descartados y reemplazados arbitrariamente sin causa justificada. A la fecha de hoy no hay una explicación formal a quienes nos sacaron el patrocinio que nos prometieron. Se dañó una imagen, no solo de un partido, se pasó a llevar la confianza, y la labor de quienes aportaron a desplegar la tan valorada democracia.

Así funciona la política en Chile, los partidos arreglan las elecciones a su conveniencia, la verdad es: Que no asombra… ¿Pero en Amarillos?.. Se suponía que era un cambio.

Lo relata la columna del psicólogo Germán Silva en elmostrador.cl Amarillos y Democratas un invento de la Elite, Ciper el año 2015 en este artículo, y el en año 2021 en este otro artículo, ya lo habían expuesto como un desarraigo de los partidos respecto de la ciudadanía, déficit de representatividad, desajuste con la sociedad civil, cúpulas que eligen a candidatos, etc.

Dando vuelta la página, y para terminar este capítulo comparto una reflexión, una pregunta, y una propuesta. Pensando en los venideros independientes que se animen a ser un aporte a la sociedad civil como concejal de la comuna:

Reflexión: “Si bien el consciente colectivo conoce el poder aplastador de los partidos políticos, no podemos quejarnos, porque somos nosotros -me incluyo- ya sea por omisión, o distracción, les cedemos ese poder que perpetua los mecanismos que aplastan a la independencia, es un paradigma recursivo incrustado en nuestra cultura, y mantenido celosamente por los poderes del estado”. Un paradigma recursivo digno de romper desde las bases.

Pregunta: ¿Qué sucedería si una mayoría de aspirantes a concejal evita las listas de los partidos en un proceso de elección popular?.

Propuesta: Un proceso participativo, querido y difundido por la comunidad, permanentemente vivo, que previo a las elecciones generales destaque a seis o más personas por sus atributos y disposición para: Normar, Resolver y Fiscalizar en la Municipalidad, dado que estas tres últimas funciones son el foco fundamental al que se debe abocar un concejal.

De existir una lista exclusiva para los independientes descritos en la propuesta, para las elecciones generales municipales, las elecciones se convertirían en un mero trámite que confirme lo que el pueblo previamente ya seleccionó a conciencia. Notar que esta propuesta de incluir una lista de independientes en las elecciones generales, es un mecanismo simple y claramente rompible, si se desea mantener intacto el paradigma, pero a la vez, tiene el potencial de ser tan fuerte y disruptivo como la cohesión que pueda lograr un pueblo.

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